domingo, 16 de enero de 2011

Szeverim

Y aún llamáis amor a esta criatura
que inerte y fría
no desprende sus dientes de mi mano?

Y aún decís belleza
frente al vacío abyecto de mis ojos?

Pero es verdad que amo.
No es difícil la fe en lo que no existe.

Y más cierto el constante peregrinar del címbalo
hasta el Dolor sin Ser
que alimenta mi carne de sal negra

El no aleja su aliento de mis labios.

Lo sé, porque  la herida me sigue amaneciendo
de llanto incontenible.



.().

3 comentarios:

  1. Hola Viví, me he quedado de piedra al leer el poema. Porque mientras tanto, a 9000 km otras manos escribían un poema que ahora voy a dejar en "A oscuras en la luz"
    A ver si tu ves lo que yo veo, es curiosísimo.

    Genial tu voz poética, como siempre.

    Besos.

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