domingo, 4 de septiembre de 2011

Pero tú puedes llamarme M.A.





Sé de  cosas extrañas:
quise mi corazón y me lo hice
dibujando en la arena pequeñas certidumbres
como la lluvia posterior y un “ámame”
en todos los idiomas.
También escribí  Ángel
 y Recuerdo
(todo buen corazón necesita una flecha).

No fue reconocerme, abandonarme
en aquella utopía.

Pero no he mutilado aún todas las flores.
Hay amapolas al final de la calle y es verdad
me perfumé de labios que sangraban
para huir de sus ojos.

El y yo (todos los hombres siempre fueron uno)
chocamos nuestros sueños como copas vacías.
Me supe exactamente:

Este fuego no es mío,
es donde quiero ser  y pronunciarme.

2 comentarios:

  1. me gustan todas estas cosas extrañas que escribiste

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  2. ah bueno! que lo digas vos =) qué orgullo, cachorro. De todos modos no pierdo las esperanzas de un día llegar a escribir bien. Besos, almita, tkm.

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