Ahora
mirar el sol al sol,
lejos de vos, paciente.
Ahora respirar
para alejarte.
Y acaso,
justo ahora,
viendo llegar mi verdadera noche,
sabiendo que me tienes,
darte la espalda, mía,
desdeñar nuestro lecho.
Te he rogado tanto que apuraras el frío!
Pero ahora…