I
No recuerdo tu voz.
Tejo nidos de cuentos para esconder la ausencia,
sonrío a media asta por no doblar en triángulo mi bandera de
sueños;
pero aunque se levanten mis mañanas fingiendo despertar,
aún no está perdido el para siempre.
Confieso que he intentado
despeñarme en la fosa del olvido,
caminé por el borde
como los niños juegan sus rayuelas
saboreando aquél dulce de miedos y entusiasmo.
Me detuvo el rasguño del viento en las pupilas,
la garra fragmentada del anhelo.
II
Los que vienen al pozo me cuentan que allá afuera sigue el
mundo
mientras tanto vigilo de reojo
la morbosa rencilla
del pensamiento mágico y mis canas.
Mi boca exhala un No.
Ellos sollozan
sobre los desperdicios de mi vida.
El hogar para todas las cosas es el polvo
Y mis manos resisten otro invierno,
el don de respirar
con la garganta en llamas
y los iris mordiendo los jazmines.
The empress is dead
of course long live the fool.
Cuánto tiempo sin leerte..
ResponderEliminares un placer tan enorme encontrarme con tu última entrada. Sobrecogedora,por ciero!
Excelentes versos, Viví. No has perdido nada de tu magia. Abrazos.
ResponderEliminarLuna: gracias por tu apoyo de siempre, también es para mí un enorme placer que a ti te guste y sigas pasando por aquí aunque yo me aleje. Un beso .
ResponderEliminarRamiro: qué inmenso honor verte por aquí y qué valiosas son para mí tus apreciaciones. A veces sueño que he vuelto a escribir, que no ha pasado tanto tiempo de inercia. Gracias por estar aquí. Besos.
ResponderEliminar