Desde esta soledad a la que vas entrando, inútilmente triste,
te observo caminar
con los ojos vendados…
Tal vez sigas la
huella de mis ritos
y deba confesarte la marca del amor:
dos puntos que me sangran en el cuello, como si nada
pasase de doler…
y tantas cosas duelen, que van quedando
ancladas
a la costumbre férrea de ignorarse.
Suelo decir tu nombre
como un féretro
al que irá a descansar mi armadura de risas
(aquellas ilusiones que afirmé y vuelvo a jurar ciertas).
Vos te encojes de hombros,
miras hacia lo alto como si ahí brillase algo más que mis lágrimas,
y seguís tu camino hacia la oscuridad que hay en mi corazón
tu paso tiembla como las decepciones en mi boca
puedo sentir que huele
como yo
el manojo de heridas que aprietas en un puño
y me callo las muertes y contengo el suspiro el zarpazo la huida
las palabras
las palabras
de apurar el adiós
antes de que la vida nos encuentre .
).(
antes de que la vida nos encuentre .
).(
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