La piel de los que esperan
es demasiado clara.
R.Juarroz
Ni tú, ni yo, ni nadie
me ha descubierto en este laberinto.
Dime por qué callamos.
Ser no era más que un sueño,
del que despierto siempre:
un nombre que no es
mío, y palabras no mías,
zapatos sin caminos, sin espesor de huella.
La sombra de dos manos en una pared sucia,
cuando éstas, cautivas,
se desangran las palmas,
se ahogan bajo el peso del vientre erosionando,
boca abajo, las noches.
No te calles la farsa
en mi insomne destino
de Ideal,
continúa gritándome los ojos,
renueva mis caricias, arráncame las canas
y endurece mis
pechos
en tanto yo,
a tientas,
en este enredo demasiado claro
sin opción al
rescate
plagiaré en los espejos
tu amor para esa otra de mí que no conozco.
).(
pequeña
ResponderEliminarAriadna.
sin Teseo
ResponderEliminarsin Dioniso
sin brújula :P